Wednesday, June 13, 2012

Ciencia - 17 Misterios









1. El efecto placebo.


Pongamos un caso ficticio, el del paciente X. Varias veces al día, durante varios días, se le provoca dolor, que se controla con dósis de morfina. Hasta el último día del experimento. Esas 24 horas, sin que el señor X lo sepa, la morfina se sustituye por una solución salina absolutamente inócua. Parece increíble, pero dicha solución tiene el mismo efecto que la morfina y el dolor desaparece.Es lo que se conoce como el efecto placebo. Antes de la de los fármacos en el siglo XX, era el arma más potente de la Medicina contra la enfermedad. Excremento de cocodrilo, de gusano, sangre de y hasta ser tocado por el Rey eran medicinas usadas entre el siglo XVI y el XIX. Desde la publicación, en 1955, del libro The Powerful Placebo de H.K. Beecher, se reconoció que el 35% de los pacientes con una amplia variedad de enfermedades podría ser tratada sólo con placebo. En estudios posteriores, se ha visto que puede funcionar en el 70% e, incluso, del 100% de los casos.

Nadie sabe todavía qué mecanismos intervienen en el efecto placebo. Algunos estudios sobre el dolor sugieren que reduce la ansiedad y facilita la liberación de endorfinas (sustancias químicas naturales parecidas a los narcóticos) en el cerebro, aunque son hipótesis todavía no confirmadas.



2. El problema del horizonte.


Nuestro Universo era extraordinariamente homogéneo, y la temperatura de la radiación de fondo es la misma en cualquier dirección que observemos. El hecho de que la temperatura sea homogénea no sería sorprendente de no ser porque entre los dos extremos del Universo hay una distancia de casi 2.800 millones de años luz, mientras que la edad del Universo es 'sólo' de unos 14.000 millones de años. Teniendo en cuenta que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz y la hipótesis de que hubo un instante inicial o big bang, el interrogante es: ¿cómo es posible que regiones físicamente desconectadas desde el "principio" del Universo estuviesen en estados físicos tan parecidos?. Esto es lo que se conoce como el 'problema del horizonte', uno de los mayores quebraderos de cabeza de los cosmólogos, que siguen sin dar con la solución.



3. Rayos cósmicos ultra-energéticos


Los rayos cósmicos son partículas que llegan desde el espacio y bombardean constantemente a la Tierra desde todas direcciones. La mayoría de estas partículas son núcleos de átomos o electrones. Algunas de ellas son más energéticas que cualquier otra partícula observada en la naturaleza. El misterio está en su alta energía. La teoría especial de la relatividad de Einstein dice que cualquier rayo cósmico que llegue a la Tierra desde fuera de nuestra galaxia habrá sufrido tantas colisiones que el máximo posible de energía que puede tener es 5 × 1019 eV. Los rayos detectados desde hace una década por el observatorio japonés de Akeno están muy por encima de ese límite, con lo cual o los datos -tomados en diferentes ocasiones y siempre parecidos- están mal, o Einstein se equivocó.



4. Los resultados de homeopatía de Belfast





En 1810 el médico alemán Christian Friederich Samuel Hahnemann publicaba el "Organon, el arte de curar", piedra angular de la homeopatía. El principal fundamento de la teoría se define en la ley de los similares (homeo- es el prefijo griego que designa igualdad) por la que una enfermedad se cura con la misma sustancia tóxica que la produce —de ahí que se llame ley de los similares-, pero a dosis infinitesimales. Los homeópatas disuelven esos venenos en etanol —lo que llaman tintura madre- y la diluyen en agua sucesivas veces, no importa cuantas, según ellos el remedio se "imprime" en las moléculas de agua. Tales disoluciones son la parte controvertida de la disciplina, puesto es posible que a esas concentraciones no haya ni una sóla molécula del principio activo en la solución homeopática. Sin embargo su efecto ha sido demostrado en numerosos estudios y se estima que un 15% de los médicos occidentales siguen esta línea.

Madeleine Ennis, farmacóloga de la Queen’s University de Belfast, ha sido siempre el azote de los homeópatas. Asegura que, a esas concentraciones, en los remedios homeopáticos no hay más que agua, por lo que químicamente no tiene sentido que funcionen. Sin embargo en su estudio más reciente Ennis y su equipo se llevaron un "pequeño" chasco: descubrieron que soluciones ultradiluidas de histamina funcionaban en un experimento con basófilos, unas células sanguíneas que actúan en la inflamación. La solución homeopática en la que probablemente no había ni una sola molécula de histamina funcionaba realmente como la histamina. Aunque Ennis se ha visto incapaz de explicar el porqué del efectivo funcionamiento y sigue mostrándose escéptica, ha asegurado que si los resultados son reales y la homeopatía no actúa como un placebo, habría que reescribir parte de los fundamentos de la física y de la química.



5. La materia oscura


No todo lo que existe en el universo es visible. Los astrónomos pueden detectar objetos que emiten o absorber luz o cualquier otro tipo de radiación electromagnética o que interactuan gravitatoriamente con otros objetos que podamos detectar .El término "materia oscura" alude a esta materia cuya existencia no puede ser detectada mediante procesos asociados a la luz, es decir, no emiten ni absorben radiaciones electromagnéticas.

Determinar cuál es la naturaleza de la materia oscura y en qué cantidad existe es el llamado ‘’problema de la materia oscura’’ o ‘’problema de la masa desaparecida’’, y es uno de los problemas más importantes de la cosmología moderna. La cuestión de la existencia de la materia oscura puede parecer irrelevante para nuestra existencia en la tierra, pero, el hecho de que exista o no la materia oscura, afecta el destino final del universo.



6. Metano en Marte


El 20 de julio de 1976 Gilbert Levin, uno de los ingenieros a cargo de las misiones de la NASA al planeta Marte, vio que la Viking que orbitaba el planeta rojo había encontrado emisiones de carbono-14 que contenían metano en el suelo del planeta, por lo que la conclusión debía ser obvia y muy relevante: hay vida en Marte.Algo está ingiriendo los nutrientes, los está metabolizando, y después los expulsa a la atmósfera en forma de gas mezclado con carbono 14. Sin embargo, la NASA no se atrevió a afirmar con rotundidad el descubrimiento, porque otro instrumento de la Viking, diseñado para identificar moléculas orgánicas consideradas esenciales símbolos de vida no encontró nada, así que casi todos los científicos de la NASA decidieron declarar el hallazgo de la Viking un "falso positivo". Pero , ¿lo era?

A día de hoy, los argumentos a favor y en contra siguen dividiendo a los científicos, aunque es cierto que los rovers que estudian el planeta rojo desde hace un año han encontrado pruebas de los descubrimientos de la Viking.



7. Tetraneutrones


Hace diez años, en un acelerador de partículas de Francia detectaron seis partículas que no deberían existir. Las llamaron 'tetraneutrones': cuatro neutrones unidos entre sí de una forma que desafía las leyes de la física. Francisco Miguel Marquès ay sus colegas del acelerador de Ganil, en Caen, llevan desde entonces tratando de conseguri el efecto otra vez, pero hasta ahora no lo han logrado. Si lo repiten, estos 'racimos' de átomos podrían obligar a los científicos a reconsiderar las fuerzas que mantienen unido el nucelo de los átomos.



8. La anomalía de las Pioneer
Descubren la causa de la «anomalía de las Pioneer»

Esta es la historia paralela de dos naves espaciales. Una, la Pioneer 10, fue lanzada en 1972; la Pioneer 11 un año después. Ahora mismo, ambas deben estar en el espacio profundo, alejadas de la vista de cualquier ingenio humano, aunque sus trayectorias son demasiado fascinantes como para ignorarlas. Y es que hay algo que ha estado 'empujando' a las dos naves, provocando que aumenten su velocidad. La aceleración es pequeña, menos de un nanometro por segundo, pero es lo suficiente para hacer sacado a la Pioneer 400.000 kilómetros de su trayectoria inicial. La NASa perdió contacto con la Pioneer 11 en 1995, pero todo hace indicar que podría estar 'sufriendo' el mismo proceso que su hermana gemela, y estaría muy fuera de su rumbo en algún lugar del espacio. ¿Y qué causa este desvío? Por el momento, nadie lo sabe.




9. La energía oscura




Este es uno de los mayores problemas de la física. En 1998, un grupo de astrónomos descubrió que el universo se está expandiendo a más velocidad que nunca. Esto siginifica que la velocidad a la que una galaxia distante se aleja de nosotros aumenta con el tiempo.De ser correcta esta teoría, el resultado último de esta tendencia sería la imposibilidad de seguir viendo cualquier otra galaxia. Esta nueva teoría del fin del Universo ha recibido el nombre de Gran Desgarramiento o, en inglés, Big Rip. Es un efecto para el que todavía se investigan las causas, aunque una de las sugerencias puede ser que esté motivado por la 'energía oscura', una forma hipotética de energía que permea todo el espacio y que produce una presión negativa, resultando en una fuerza gravitacional repulsiva. La energía oscura puede dar cuenta del universo en expansión acelerada, así como de una significativa fracción de su masa.



10. El acantilado de Kuipper


SI alguien viajara a la zona del sistema solar externa a las órbitas de Neptuno y Plutón, se encontraría algo muy extraño. De repente, tras cruzar el cintutón de Kuiper -lleno de objetos pequeños como asteroides helados y cometas- no hay nada. Los astrónomos lo llaman el 'acantilado de Kuiper', porque la densidad de objetos cae espectacularmente. La pregunta es qué ha causado este brusco cambio, y la única posible respuesta parece ser la existencia de un décimo planeta del Sistema Solar, lo suficientemente grande como para haber atraído a todos esos cuerpos hacia su órbita. De momento, sin embargo, nadie ha conseguido aportar ninguna prueba de la existencia de ese planeta X.



11. La señal 'wow'

La señal tuvo una duración de 37 segundos, y venía del espacio exterior. El 15 de agosto de 1977 el astrónomo Jerry Ehman, de la Universidad de Ohio State (EEUU), recibió una señal del radiotelescopio de Delaware. Al ver la transcripcción de la señal, Ehman escribió al lado la palabra 'wow1'. 28 años después, nadie ha conseguido dar una explicación a qué o quién emitió dicha señal. La radiación provenía de la dirección de Sagitario, y de un ámbito de frecuencias de unos1420 megahertzios. Estas frecuencias forman parte del espectro de radio en el que todo tipo de transmisión está prohibida, por un acuerdo internacional. La estella más cercana en esa dirección está a unos 220 años luz, así que si la señal provenía de allí, la tuvo que causar o bien un acontecimiento astronómico de enorme potencia. ¿O quizá fue una civilización alienígena con un transmisor de gran potencia?.



12. Constantes no tan constantes




En 1997 el astrónomo John Webb y su equipo de la Universidad de Sidney analizaban la luz que llegaba a la tierra procedente de quasars muy lejanos. En su viaje de 1.200 millones de años luz, la luz había atravesado nubes interestelares de materiales como hierro, níquel o cromo, y los investigadores descubrieron que la los átomos habían absorbido parte de los fotones de la luz procedente de los quasars, pero no los que habían esperado.

Si las observaciones son correctas, la única explicación vagamente razonable es que una constante de la física, llamada la 'fina estructura constante' o 'alpha' cambia de valor cuando pasa a través de estas nubes interestelares. Los científicos siguen investigando.



13. La fusión fría


En 1989 dos investigadores de la Universidad de Utah (Estados Unidos), Martin Fleischmann y Stanley Pons, desencadenaron la fusión nuclear en una probeta. Sostenían que era posible realizar procesos de "fusión fría" usando como catalizador un bloque metálico de paladio. En los siguientes 10 años, fueron miles los científicos que trataron de volver a lograr los mismos resultados, aunque sin éxito. Todavía hoy sigue la polémica, aunque son muchos los que sostienen que los resultados de Fleischmann y Pons fueron fruto de un error experimental.



14. Vida eterna


En los últimos años surgió un nuevo paradigma sobre el futuro del hombre, que comenzó a tomar forma entre un grupo de científicos vinculados a áreas como neurología, sociología, computación y nanotecnología. Se llaman " transhumanistas " y argumentan que ya es hora de que los humanos se liberen de las "cadenas biológicas"; una nueva forma de pensar sobre la premisa de que la condición humana es esencialmente inalterable. La visión de la tecnología por parte del transhumanismo es interpretada como el desarrollo de nuevas herramientas que ayuden a superar las limitaciones biológicas y cambiar la condición humana, haciendo esta realidad posible para aquellos que lo deseen, convirtiéndose así en "post -humanos".

En biología, las cosas finalmente mueren, pero no existe una buena explicación para este fenómeno. Existen pistas que indican que la activación y desactivación de ciertos genes que controlan el envejecimiento, pero si nuestra teoría es cierta, esos interruptores no deberían haber sobrevivido a la selección natural. Luego está el argumento de que una acumulación de fallos nos hace envejecer. Sin embargo existen multitud de ballenas y tortugas que parecen envejecer a un ritmo ridículamente lento – si es que lo hacen. Por supuesto, si logramos averiguar la razón, eso podrían ser grandes noticias para el futuro de los humanos (o incluso para el planeta).

En un futuro relativamente cercano será posible utilizar terapias del tipo genético y otros métodos biológicos para bloquear el proceso del envejecimiento y estimular el rejuvenecimiento y la reparación de los tejidos en forma indefinida y es posible que una tarea de este tipo solo pueda ser llevada a cabo por la nanotecnología, un conjunto de técnicas que se utilizan para manipular la materia a la escala de átomos y moléculas. Los nanotecnólogos se disponen a fabricar robots a nanoescala (nanobots) que realizarán una infinidad de faenas incluyendo la auto-replicación. "Nanobots introducidos a nuestro flujo sanguíneo podrían complementar nuestro sistema inmunológico, y buscar y destruir patógenos, células cancerosas y otros agentes causantes de enfermedades; incluso reparar errores en el ADN . Podremos reconstruir cualquiera o todos nuestros órganos y sistemas, y hacerlo a nivel celular. Es pues que la vida eterna es posible, podremos ser capacez de alcanzar una larga longevidad y ser milenarios hasta conseguir que nuestro cuerpo material nunca perezca. ¿Hayaremos al fin la fuente de la eterna juventud?.



15. El libre albedrío


Si quieres mantener la cordura, mira hacia otro lado. Los neurocientíficos están casi convencidos de que el libre albedrío es una ilusión. Sus experimentos muestran que nuestros cerebros nos permiten pensar que controlamos nuestros cuerpos, pero nuestros movimientos comienzan antes de que tomemos la decisión consciente de movernos. Algunos investigadores ya han de hecho asistido a juicios para testificar que al acusado no se le puede acusar de nada de lo que hizo. Nos espera un futuro legal realmente espantoso. En algunos experimentos, se ha engañado a sujetos para que crean que están reaccionando a estímulos que no pueden haber visto con tiempo suficiente como para responder a ellos, o para que se atribuyan o culpen de cosas que no pueden haber hecho. El libre albedrío no existe, sino que es una percepción, y no un poder o una fuerza impulsora. La gente experimenta el libre albedrío. Tiene la sensación de ser libre. Cuanto más lo examinas, más te das cuenta de que no lo tienes.



16. El sexo


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Charles Darwin pudo haber tenido 10 hijos, pero no podía entender por qué casi cualquier cosa en biología emplea la reproducción sexual y no la clonación asexual, ya que el sexo es un método de reproducción sumamente ineficiente. Seguimos sin saber la respuesta. Parece plausible la sugerencia que sostiene que el el hecho de “barajar” nuestros genes mezclándolos con los de otros individuos nos hace más capaces de vérnosla con los cambios medioambientales, pero las evidencias son escasas. De momento, el sexo parece existir "solo para dar a los machos algún papel en la vida".



17. Devorador de galaxias


Por definición, casi nada puede escapar de un agujero negro, ni siquiera la luz. ¿Cómo fotografiarlo? El poder combinado de nueve radiotelescopios ofrece una impresionante imagen de chorros de energía en el centro de la galaxia Centauro A, donde puede haber un agujero negro cuya masa es 55 millones la de nuestro Sol. Este sumidero galáctico está tragándose literalmente inconcebibles ríos de materia estelar, la cual se acelera hasta tal punto en su caída que emite radiación en forma de chorros de partículas despedidas a una velocidad que es un tercio la de la luz. "Los chorros de partículas surgen cuando la materia va cayendo hacia el agujero negro, pero aún desconocemos los detalles de cómo se forman y mantienen", ha indicado la astrofísica Cornelia Mueller, de la Universidad de Erlangen-Nuremberg (Alemania), autora principal del trabajo recogido en junio en Astronomy and Astrophysics.

Es posible que cada galaxia conocida tenga su agujero negro (que, en esencia, se traga el gas de sus estrellas). En este caso, los científicos estarían contemplando uno de los fenómenos más extraordinariamente violentos del universo. La región que recoge la imagen mide unos 4,2 años luz (un año luz equivale aproximadamente a 9,4 billones de kilómetros). Dimensiones colosales que desbordan nuestra imaginación. Los dos chorros verticales de la imagen podrían alcanzar una longitud de un millón de años luz.


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