Cuando hablamos de los teléfonos móviles el consejo más básico y que más repetimos es proteger nuestros teléfonos del mismo modo que protegemos nuestros ordenadores.
Este consejo se debe a la gran cantidad de información que almacenamos en estos dispositivos y a sus capacidades, pero actualmente podemos decir que un problema de seguridad en nuestros móviles puede implicar un problema de seguridad en nuestros ordenadores.
Al igual que los servicios online y los programas han evolucionado para ser utilizados en diferentes sistemas operativos y dispositivos, parece que los creadores de malware se están enfocando en la misma línea, el diseño de programas maliciosos que pueden afectar a distintos sistemas operativos y por tanto a distintos dispositivos.
Ya se conoce algún que otro malware diseñado para infectar teléfonos móviles, pero, además, son capaces de infectar un ordenador. ¿Cómo? Descargando archivos en el móvil, en teoría “inútiles,” que permanecen inactivos a la espera de que el dispositivo sea conectado a un ordenador (para copiar fotografías, recargar la batería o para cualquier otra cosa). Llegado ese momento, se activarían estos archivos y pasarían a afectar (e infectar) al ordenador.
De este modo, un problema de seguridad en un dispositivo móvil, desembocaría en un problema de seguridad en un ordenador.
Los recientes cambios en el mundo tecnológico parecen señalar que esta forma de actuar de los atacantes será una tendencia de futuro. Hasta no hace mucho, el panorama de dispositivos y de sistemas operativos utilizados era limitado, ya que se centraba en ordenadores y en sistemas operativos Windows. Pero en la actualidad el número de smartphones está en constante crecimiento, las tabletas son una realidad muy extendida, se han comenzado a comercializar las smart TVs y el número de sistemas operativos aumenta a igual velocidad (Android, Chrome OS, Firefox OS, iOS, Mac OS, Ubuntu, Windows…).
En definitiva, esta nueva situación apunta a un futuro cercano en el que los usuarios tendremos una infinidad de dispositivos interconectados y con información y archivos que podrán estar circulando libremente entre ellos.
Por ello, es importante tener en cuenta la seguridad en todos nuestros dispositivos, para que un pequeño error en la seguridad de cualquiera de ellos no implique una infección en otro.
Para evitar posibles problemas es necesario seguir una serie de consejos:
Este consejo se debe a la gran cantidad de información que almacenamos en estos dispositivos y a sus capacidades, pero actualmente podemos decir que un problema de seguridad en nuestros móviles puede implicar un problema de seguridad en nuestros ordenadores.
Al igual que los servicios online y los programas han evolucionado para ser utilizados en diferentes sistemas operativos y dispositivos, parece que los creadores de malware se están enfocando en la misma línea, el diseño de programas maliciosos que pueden afectar a distintos sistemas operativos y por tanto a distintos dispositivos.
Ya se conoce algún que otro malware diseñado para infectar teléfonos móviles, pero, además, son capaces de infectar un ordenador. ¿Cómo? Descargando archivos en el móvil, en teoría “inútiles,” que permanecen inactivos a la espera de que el dispositivo sea conectado a un ordenador (para copiar fotografías, recargar la batería o para cualquier otra cosa). Llegado ese momento, se activarían estos archivos y pasarían a afectar (e infectar) al ordenador.
De este modo, un problema de seguridad en un dispositivo móvil, desembocaría en un problema de seguridad en un ordenador.
Los recientes cambios en el mundo tecnológico parecen señalar que esta forma de actuar de los atacantes será una tendencia de futuro. Hasta no hace mucho, el panorama de dispositivos y de sistemas operativos utilizados era limitado, ya que se centraba en ordenadores y en sistemas operativos Windows. Pero en la actualidad el número de smartphones está en constante crecimiento, las tabletas son una realidad muy extendida, se han comenzado a comercializar las smart TVs y el número de sistemas operativos aumenta a igual velocidad (Android, Chrome OS, Firefox OS, iOS, Mac OS, Ubuntu, Windows…).
En definitiva, esta nueva situación apunta a un futuro cercano en el que los usuarios tendremos una infinidad de dispositivos interconectados y con información y archivos que podrán estar circulando libremente entre ellos.
Por ello, es importante tener en cuenta la seguridad en todos nuestros dispositivos, para que un pequeño error en la seguridad de cualquiera de ellos no implique una infección en otro.
Para evitar posibles problemas es necesario seguir una serie de consejos:
- Protege todos tus dispositivos, incluidos los smartphones y tabletas. Aquí podrás encontrar unos cursos muy útiles sobre Android e iOS.
- Mantén actualizados todos los programas, aplicaciones y el sistema operativo de tus dispositivos.
- Ten cuidado a la hora de instalar y descargar aplicaciones y archivos, que procedan siempre de fuentes fiables.
- Conecta los dispositivos que realmente necesites que estén interconectados. Si no vas a usar una conexión, tal vez sea mejor activarla solo cuando la necesites.
- Configura correctamente las opciones de seguridad y privacidad.
- Revisa las configuraciones por defecto y modifica las contraseñas.
- Y sobre todo, acostúmbrate a pensar y conocer las implicaciones en seguridad y privacidad de cualquier dispositivo y sus conexiones.
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