Introducción: el abad Tritemo, autor de la Esteganografía
El abad Tritemo nació en 1462 y murió en 1516. Al abad Juan de Heidenberg, que se hará llamar abad Tritemo, nace el 2 de febrero de 1462 en Tritthenheim. Ingresó en la célebre Universidad de Heidelberg en 1480. Consiguió un certificado de pobreza, gracias al cual pudo estudiar gratuitamente. Fundó, con Juan de Dalberg y Rodolfo Huesmann, una sociedad secreta para el estudio de la astrología, la magia de los números, las lenguas y las matemáticas. Sus miembros adoptaron seudónimos. Juan de Dalberg se convierte en Juan Camerarius; Rodolfo Huesmann, en Rodolfo Agrícola, y Juan de Heidenberg, en Juan Tritemo.
En general, los seudónimos no se eligen al azar; pero no conocemos la razón de la elección de Juan Tritemo, salvo que el número tres figura ostensiblemente en el seudónimo. La propia sociedad adoptará un nombre secreto muy significativo: Sodalitis Céltica, o sea, Cofradía Céltica. Pablo Ricci, de religión judía, se unió a los primeros miembros y les enseñó la Cábala. El 2 de febrero de 1482, día de su vigésimo cumpleaños, Juan Tritemo entró en religión, con los benedictinos del monasterio de San Martín de Spanheim. Más tarde, será abad de Spanheim y, luego, de Wurzburgo.
El abad Tritemo
Tritemo reunió en el monasterio de San Martín la biblioteca más rica de Alemania, compuesta esencialmente de manuscritos. No le gustaban los libros impresos, recién inventados, que le parecían vulgares. Esta biblioteca, formada a sus expensas, le costó más de 1500 ducados de oro.
Mientras realizó su obra de erudito y de historiador, continuó sus investigaciones. Unas investigaciones muy extrañas. Unas investigaciones sobre las que cometió el error de escribir cartas imprudentes a personas indiscretas o envidiosas, que se vengaron de él y le perjudicaron. Tales investigaciones se referían a un procedimiento para hipnotizar a personas a distancia, por telepatía, con ayuda de ciertas manipulaciones del lenguaje. La lingüística, las matemáticas, la cábala y la parapsicología se mezclaron extrañamente en sus trabajos.
El contenido
La obra en ocho volúmenes que reunía el resultado de sus estudios y que contenía, por ende, los secretos de un poder increíble, se titulaba Esteganografía. El manuscrito completo de esta obra fue desunido por el fuego, por orden del elector Felipe, conde Palatino Felipe II, que lo había encontrado en la biblioteca de su padre y se había sentido aterrorizado.
No se conservó ningún ejemplar completo de este libro. Hay que insistir en esto: el manuscrito original, que contenía la clave de poderes extraordinarios, fue destruido. No existe ninguna copia.
Sin embargo, existe un manuscrito incompleto, que comprende aproximadamente tres octavos de la obra. ¿Qué había en esta Esteganografía? El propio Tritemo explica:
Un día de este año de 1499, después de haber soñado durante largo tiempo en el descubrimiento de profundos arcanos, y persuadido al fin de que lo que buscaba era imposible, me fui a la cama, un poco avergonzado de haber llevado mi locura al extremo de intentar lo imposible. Durante la noche (en sueños), alguien se me apareció, llamándome por mi nombre: Tritemo, me dijo, no creas que todos tus pensamientos han sido vanos. Aunque las cosas que buscas no son posibles, ni para ti ni para hombre alguno, llegará un día en que lo serán.
-Decidme, pues -le respondí-: ¿Qué hay que hacer para triunfar?
Entonces me reveló todo el misterio y me mostró que nada era más sencillo.
La obra explica cómo enviar mensajes en menos de un día y sin usar cartas, ni libros, ni mensajeros, sino mediante espíritus. En apariencia el libro no es otra cosa que un tratado de la llamada "magia angélica". Gran parte está dedicado a dar los nombres y rangos de los distintos espíritus, y sus números, horas del día, planetas y constelaciones a los que están asociados. De los tres libros los dos primeros nos cuentan la manera de conseguir la ayuda de los espíritus: se escribe la carta, se recita el ritual apropiado para invocar al ángel correspondiente y el espíritu "cartero" aparecerá para llevar el mensaje al destinatario, que lo recibirá si usa la invocación oportuna. Por el contrario, el tercer volumen es ligeramente diferente. Ya no es fundamental la invocación sino el cálculo astrológico correspondiente al ángel y la hora en que se realiza; hay 28 "inteligencias planetarias", cuatro por cada uno de los siete planetas.
Después, Tritemo pone manos a la obra, y he aquí lo que descubre, también según su propio relato:
Puedo aseguraros que esta obra, en la que enseño numerosos secretos y misterios poco conocidos, parecerá a todos, incluso a los más ignorantes, que contiene cosas sobrehumanas, admirables e increíbles, habida cuenta de que nadie ha escrito o hablado de ellas antes que yo.
EI primer libro contiene y enseña más de cien maneras de escribir secretamente y sin el menor temor todo lo que se desee, en cualquier lengua conocida, sin que nadie pueda sospechar su significado, y esto sin metátesis ni transposición de letras, y también sin miedo ni recelo de que el secreto pueda ser nunca conocido por persona diferente de aquella a quien, cabalísticamente, haya enseñado yo esta ciencia, o de aquella a quien mi binario la haya a su vez transmitido cabalísticamente. Como todas las frases y palabras empleadas son sencillas y conocidas, y no provocan la menor desconfianza, no habrá nadie, por experimentado que sea, que pueda descubrir por sí solo mi secreto, lo cual parecerá admirable a todos e imposible a los ignorantes.
En el segundo libro, trataré de cosas aun más maravillosas, relacionadas con ciertos medios merced a los cuales puedo, de un modo seguro, imponer mi voluntad a quienquiera que capte el sentido de mi ciencia, por muy lejos que esté, incluso a más de cien leguas de mí, y esto sin que se me pueda acusar de haber empleado signos, cifras o caracteres de clase alguna, y si me valgo de un mensajero y éste es apresado en el camino, ninguna súplica, amenaza o promesa, y ni siquiera la violencia, podrán inducir a este mensajero a revelar mi secreto, pues no tendrá conocimiento de él; y ésta es la razón de que nadie, por experto que sea, pueda descubrir el secreto.
Todas estas cosas puedo hacerlas fácilmente, cuando me plazca, sin ayuda de mensajero ni de nadie, incluso con un preso encerrado en las mayores profundidades y bajo una guardia vigilante.
La prohibición
Se le atribuyeron libros sobre la piedra filosofal, aunque esto no está demostrado. Los libros de Tritemo fueron prolijamente comentados por el alquimista inglés George Ripley, que escribió: "Suplico a los que saben, que no publiquen". Después de su muerte, se pretendió que el abad Tritemo practicaba la magia negra. Uno de los jesuitas más severos de la Inquisición, Del Río, se preguntará por qué la Esteganografía, que, sin embargo, sólo circulaba en forma de notas incompletas, no había sido incluida entre los libros prohibidos y censurados.
Hubo que esperar a 1610, para que se publicase en Frankfurt, por Malinas Becker, la primera edición de lo que quedaba de la Esteganografía. Lleva la indicación de "con privilegio y permiso de los Superiores", pero no figura en ella el imprimatur. Lo cual hace que podamos preguntarnos de qué Superiores se trataba.
El libro contiene un prólogo, que desaparecerá después, en el que figura esta curiosa frase: "Pero tal vez alguien objetará: si quieres que esta ciencia permanezca oculta, ¿por qué has querido revelar el sentido de los textos en cuestión?" Te responderé que lo hice para que se beneficiasen de estos excelentes principios ciertos grupos de personas a los que pertenezco, a fin de librarlos de múltiples peligros, y de ponerlos al abrigo de ciertos accidentes fortuitos".
Es un punto de vista perfectamente razonable. Pero el libro, incluso expurgado, parecía aún demasiado peligroso. Por consiguiente, esta edición, por incompleta que fuese, fue incluida en el índice por la Congregación del Santo Oficio, en 7 de setiembre de 1609. Esta prohibición duraría hasta el año 1930. En 1616, se publicó una defensa del abad Tritemo por el abad Cigisemón, del monasterio benedictino de Ceón, Baviera. En 1621, aparece una nueva edición, reducida. Lleva igualmente la mención de "con el permiso y el acuerdo de los Superiores". Evidentemente, esta vez no puede tratarse de superiores eclesiásticos, puesto que la obra figura en el índice desde 1609. ¿Quiénes son, pues, estos misteriosos Superiores?
Mucho más tarde, el padre Le Brun observa que el empleo de los secretos de la Esteganografía requiere la utilización de un sistema de aparatos: "He oído decir más de una vez que algunas personas se habían comunicado secretos, a más de cincuenta leguas de distancia, por medio de agujas imantadas. Dos amigos cogían sendas brújulas, alrededor de las cuales estaban grabadas las letras del alfabeto, y se decía que, si uno de los amigos hacía que la aguja señalase una de las letras, la otra aguja, aunque estuviese a varias leguas de distancia, giraba inmediatamente hacía la misma letra".
Esto resulta interesante. Un sistema de aparatos de esta clase sería perfectamente verosímil en nuestros días, gracias a los transistores. Pero, si hubo hombres dotados de este poder a principios del siglo XVII, tenían la ventaja de poseer un medio de transmisión absolutamente indetectable y, además, completamente natural, que no requería ningún pacto con el diablo ni ponía en peligro el alma del usuario.
En 1515, Tritemo publicó una teoría cíclica de la historia de la Humanidad que recuerda tanto la tradición hindú como algunas teorías modernas. El libro se tituló: De las Siete Causas Segundas, es decir, de las Inteligencias, o Espíritus del mundo después de Dios, o cronología mística, encerrando maravillosos secretos dignos de interés. La obra se fundó en los trabajos del cabalista y mago Pedro de Apona. Éste había inquietado hasta tal punto a la Iglesia que, cuando murió en 1313, en Padua, la Inquisición buscó su cadáver para quemarlo, mas no lo encontró. Los amigos de Pedro de Apona habían ocultado el cuerpo en la iglesia de Santa Justina. Enfurecida, la Inquisición lo hizo quemar en efigie.
Supuestamente, Tritemo encontró un sistema por el manejo de símbolos fundados en el lenguaje de producir efectos que podían ser captados por otras inteligencias a gran distancia y que podían controlarlos. Esto parece extraordinario, pero es muy posible. Tritemo veía el mundo con ojos nuevos, y era muy capaz de haber inventado algo completamente nuevo.
Actualidad: ¿Descifrado? ¿Verdad? ¿Fraude?
En 1993 el alemán Thomas Ernst, un lingüista en La Roche College de Pittsburg, aparentemente encontró la cifra de Tritemo. Lo publicó en la revista holandesa Daphnis, por lo que su trabajo pasó desapercibido. Tres años más tarde Jim Reeds, matemático de los Laboratorios AT&T, llegaba a la misma conclusión. En esencia, la técnica de encriptado es una versión primitiva de la Enigma, la máquina de cifrar que los nazis emplearon durante la Segunda Guerra Mundial y que para romperla los británicos desarrollaron la primera computadora de la historia, Colossus.
El tercer libro contiene criptogramas disimulados como tablas astronómicas. Aunque la Esteganografía está escrita en latín, el texto oculto está a veces en alemán. ¿Por qué se ha tardado tanto en descifrar? En parte porque era considerado un verdadero texto de magia, pero sobretodo porque el original fue destruído y quienes copiaron el texto cometieron errores al transcribir tablas que no comprendían. En algunos casos, según estas investigaciones, podrían descifrarse frases absurdas y risibles... pero la intriga consiste en pensar: ¿Con qué objeto Tritemo pondría en riesgo su integridad física y su credibilidad? ¿Qué ganaría con "inventar" un libro que podría haberle llevado a una muerte segura a manos de la Inquisición? ¿Tanto tiempo perdería en realizar una "broma" de ocho volúmenes? Todas preguntas que no afirman nada, pero que dejan una rendija de dudas.
soycuervo80
No comments:
Post a Comment