Wednesday, September 13, 2017

‘Aún estaba con vida’: El estremecedor relato de un médico sobre la sustracción forzada de órganos


Un crimen horroroso e inconcebible está ocurriendo ahora mismo, compruébalo
    Una demostración de la sustracción forzada de órganos (Minghui)




“Estaba sangrando. Aún estaba con vida”, recordó el doctor chino Enver Tohti frente a un panel de expertos en Irlanda sobre la lucrativa práctica que realiza China de sustraer órganos a prisioneros de conciencia.
El Comité Conjunto de Comercio y Asuntos Extranjeros y Defensa, escuchó la evidencia presentada por los expertos en sustracción de órganos, entre los que estaban David Matas y Ethan Gutmann, nominados al Premio Nobel de la Paz por su trabajo investigativo en China.
El panel sugirió una serie de recomendaciones al comité, entre las cuales estaba exigir al gobierno que prohiba el ‘turismo de órganos’, un negocio tremendamente lucrativo abusado principalmente por China, donde la gente viaja desde el extranjero para recibir un trasplante de órgano.
El conjunto principal de las víctimas de este tipo de trasplante son los practicantes de Falun Gong, una práctica tradicional de meditación pacífica cuyos principios fundamentales son Verdad, Benevolencia y Tolerancia. El Partido Comunista Chino (PCCh) inició una sangrienta persecución a los practicantes en 1999, que continúa hasta la fecha.
Cientos de miles de practicantes permanecen detenidos en una vasta red de campos de trabajo en toda China, vulnerables y en riesgo de ser puestos en listas de sustracción de órganos.
El turismo de órganos ya está prohibido en Israel, Taiwán, Italia y España. Gutmann dijo que estos países lo hicieron por un sentido de “integridad, un muy desarrollado sentido de la tragedia, una sabiduría histórica que les hace saber que los grandes jugadores, como EE.UU. y el Reino Unido, no van a interferir en una tragedia mundial”.
Gutmann continuó diciendo que este es un momento crítico en un periodo crítico y que ahora es el momento de actuar.
El Dr. Tohti dijo que realizó una operación para sustraer los órganos en la década de 1990 y que pensó que estaba cumpliendo su deber de “eliminar los enemigos del Estado”.
“Cada vez que cuento esta historia, parece como una confesión”, dijo antes de hablar con el comité.
Tohti describió cómo uno se puede volver un esclavo complaciente bajo el gobierno comunista, un “miembro de la sociedad totalmente programado, listo para completar la tarea sin hacer preguntas”.
 Contó que en 1995, dos jefes cirujanos le pidieron que preparara para la mañana siguiente, un equipo para una “cirugía más grande posible”.
Luego llevaron a Tohti y a su equipo afuera del hospital y le dijeron que aguardaran los disparos.
“Luego que oímos los disparos, nos volvimos a meter. Un oficial armado nos dirigió a la esquina más a la derecha, donde pude ver un hombre de civil en el suelo, con una única herida de bala a la derecha de su pecho”, contó Tohti.
Luego dijo que los jefes cirujanos le ordenaron y lo guiaron a sustraer el hígado y los dos riñones. “El hombre estaba aún vivo”, dijo. El hombre herido trató de resistirse pero estaba demasiado débil.
Luego de registrarse para un trasplante de órganos fuera de China, los tiempos de espera para las personas que se registran para recibir un trasplante de órgano, van de meses a años, dependiendo del tipo de órgano. Pero lo que los expertos descubrieron es que si el órgano se compra en China, pueden entregar un órgano fresco en días o semanas.
Uno de los factores que hace prosperar este turismo de órganos es su alta demanda.
Tohti describió la cruel naturaleza del comercio de órganos en China, haciendo referencia a términos que usan los sitios web de trasplante chino, tales como “fuente ilimitada” y “con fecha anterior a su trasplante de corazón”.
“No es aceptable la modalidad ‘compre uno, lleve uno gratis’ en los trasplantes de órganos”, dijo.
Tohti también mencionó informes recientes sobre revisiones de salud nacionales gratuitas en la región de Xinjiang para “mejorar la calidad de vida de los uigures”.
“Sospechamos que el PCCh está construyendo una base de datos nacional para el comercio de órganos”, dijo. Los uigures son una minoría étnica que ha sido también blanco de persecución por el PCCh y han sido también, según reportes, víctimas de sustracción de órganos.
Gutmann y Matas descubrieron que en China hay entre 60.000 y 100.000 trasplantes por año, según describen en un informe de casi 700 páginas que publicaron el año pasado en junio.

Un crimen horroroso e inconcebible está ocurriendo ahora mismo





El crimen es horroroso y casi inconcebible: prisioneros de conciencia en China son víctimas de sustracción de órganos en vida, en un negocio estatal masivo.
Los directores de cine pasaron de la incredulidad a la acción, realizaron entrevistas con investigadores, testigos presenciales, médicos y políticos y en años recientes produjeron documentales contundentes sobre sustracción de órganos en China.
Desde entonces, millones de personas en varios países alrededor del mundo se han enterado, a través de proyecciones privadas o por televisión, sobre la sustracción forzada de órganos perpetrada por el régimen comunista chino a decenas de miles de prisioneros de conciencia, principalmente uigures, tibetanos, cristianos de iglesias-hogar y practicantes de Falun Dafa. Las poderosas narraciones también ganaron reconocimiento con docenas de premios, incluido el prestigioso Premio George Foster Peabody.
Harvested Alive: Diez años de investigación es el último documental sobre sustracción de órganos que recibió elogios al ganar el Premio Internacional de Hollywood a los Documentales Independientes por ser el mejor documental extranjero, en enero de 2017.
Producido por Deerpark Productions y lanzado en noviembre de 2016, “Harvested Alive” es un documental en idioma chino centrado en la fuente primaria de investigación de la sustracción forzada de órganos por la Organización Mundial para Investigar la Persecución a Falun Gong (WOIPFG, según sus siglas en inglés), una organización no-gubernamental radicada en Estados Unidos.
Wang Zhiyuan, presidente de la WOIPFG y ex médico de aviación en China, dijo en la película que la primera vez que escuchó el relato sobre la sustracción forzada de órganos de la esposa de un médico chino en 2006, estaba impactado, pero escéptico.
“Iba más allá del sentido común”, dijo Wang. “Esto era demasiado serio, y la escala demasiado grande”.
Luego de discusiones con otros miembros de la WOIPFG, Wang decidió que deberían comenzar investigaciones “con una mente abierta” inmediatamente y sin sacar conclusiones de sus opiniones.
En los próximos 10 años, Wang y su equipo recorrieron los sitios web de los hospitales y del gobierno chino, así como también los reportes en los medios de comunicación, buscando evidencia de la sustracción de órganos. También hicieron incontables llamadas telefónicas grabadas a hospitales, médicos, jueces, e incluso funcionarios chinos, tanto en el gobierno como en las fuerzas armadas.
Algunos médicos chinos declararon abiertamente que los practicantes de Falun Gong eran la fuente de órganos. Un ex funcionario militar de alto rango en cuestiones de salud, Bai Shuzhong, fue grabado al declarar que el ex líder chino Jiang Zemin había ordenado la sustracción de órganos a los practicantes.
“En ese tiempo, era Presidente Jiang. Hubo instrucciones de comenzar esta cosa, el trasplante de órganos”, dijo una voz (identificada por la WOIPFG como perteneciente a Bai) en la grabación que se escucha en el documental. En videos en la web, Bai Shuzhong suena idéntico a la voz en la grabación.
Los practicantes de Falun Gong (también conocido como Falun Dafa), una práctica tradicional espiritual china que incluye ejercicios físicos y las enseñanzas de “Verdad, Benevolencia y Tolerancia”, son blanco de persecución por el régimen chino desde 1999, decisión que fue tomada por Jiang.
Dentro de los centros de detención y de los campos de trabajo, los practicantes son regularmente sometidos a análisis de sangre y de cornea, cuyo propósito es permitir al régimen facilitar un sistema nacional de sustracción de órganos en el que los practicantes son asesinados para satisfacer un mercado de órganos a pedido, según informan los investigadores de la sustracción de órganos.
De acuerdo con los investigadores, la matanza de los practicantes de Falun Gong por sus órganos continúa vigente hasta el día de hoy.
Una versión en español de “Harvested Alive” se encuentra actualmente disponible de forma gratuita en internet.

www.lagranepoca.

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