Tenía conocimiento de las dotes artísticas para la pintura y el dibujo del genio del inconsciente pero nunca imaginé que llevara a cabo este trabajo. El Libro Rojo (en alemán Rotes Buch) es un manuscrito iluminado con bellas imágenes y florituras al estilo de los antiguos libros de la Edad Media, con una caligrafía muy cuidada, al más puro estilo gótico en todas sus variantes, incluso la cursiva, que siendo de caligrafía más descuidada está ejecutada de un modo admirable.
Este libro se llama popularmente “El Libro Rojo” debido a las tapas de este color de la cuidada encuadernación en cuero. Sin embargo, Jung lo tituló en latín con el nombre de Liber Novus (Libro Nuevo). Es un libro con un tamaño considerable, (40 x 30 cms) y fue guardado celosamente por los herederos de Jung hasta que fue oficialmente dado a conocer el año pasado aproximadamente por estas fechas. Durante todo este tiempo, solo fue ojeado y estudiado por una docena de personas a lo sumo. Es increíble como un libro de esta índole ha sido guardado a la sombra por la familia de Jung, y más teniendo en cuenta que, al menos que se sepa, C. Gustav Jung no dejó en su testamento instrucción alguna con respecto a qué hacer con esta obra. Es posible que la familia la considerase como una obra poco adecuada a la imagen, más académica y seria que se le debe atribuir a Jung.
Carl Gustav Jung, el psicológo suizo, una de las más brillantes mentes de la psicología actual, escribió pacientemente este libro entre 1914 y 1930. 16 años de trabajo intelectual y artístico en el que se plantan las bases desde las cuales se construiría todas sus aportaciones al conocimiento del inconsciente y a la psicología en general. Solo por esto, el Libro Rojo debe considerarse como un documento de importancia crucial para comprender la obra subsiguiente de Jung. De hecho, tras su publicación (cuya venta en Amazon alcanzó ser el tercer libro más vendido) muchos lo han considerado como la pieza clave para comprender en profundidad su vida y su trabajo.
El Libro Rojo es el producto de una técnica que desarrolló Jung al poco de dejar de trabajar junto con Sigmund Freud, con el que cada vez se sentía más distanciado. Él la denomina imaginación activa. En realidad, lo que sucedió puede interpretarse como un episodio psicótico que el mismo Jung vivió en aquellos años. Se le aparecieron dos personajes mentales, un anciano y una joven mujer, que el identificó con los nombres de Elías y Salomé. El anciano se convierte en la figura del Sabio que actúa de guía y Salomé es el anima. Estos personajes le convencieron de que había cosas que acontecían en su alma sin que él fuera artífice de las mismas. Es decir, ocurrían por si mismas como si tuvieran vida propia. Elias, que él llama también Filemón es la personificación del Espíritu, poseedor del Conocimiento Superior, que se expresa mediante imágenes míticas (los arquetipos del inconsciente colectivo). Salomé, el anima, intenta comprender que sucede mientras vive toda una serie de historias, psicodramas que se producen para alcanzar la comprensión
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