Saturday, March 10, 2012

ASTRONOMÍA EN EL ANTIGUO EGIPTO



Para los egipcios de la Antigüedad, el aspecto del cielo siempre revistió una significación mitológica y religiosa; sin embargo, las observaciones astronómicas no tenían una finalidad astrológica tan pronunciada en la civilización egipcia como en Mesopotamia.

La noche comenzaba con el crepúsculo y terminaba con el amanecer. Las doce estrellas que servían para la división de la noche en horas estaban asociadas a los « doce guardianes del cielo » encargados de acompañar a los faraones difuntos en su viaje nocturno con Ra, la divinidad solar. Contrariamente a su importancia en los decanos del zodiaco, las constelaciones no desempeñaban prácticamente ningún rol aquí. La representación más antigua del cielo estrellado ha sido encontrada pintada sobre la tabla inferior de un sarcófago de Asiut que data del Primer periodo intermedio de Egipto.


Los principios astronómicos fueron puestos a la disposición de los edificios sagrados, especialmente en las pirámides; pero no se han podido rescatar los métodos utilizados y existen diversas opiniones al respecto. Algunos documentos permiten profundizar sobre la Ciencia del Antiguo Egipto, más particularmente en lo que respecta a la medicina y las matemáticas. La astronomía egipcia se ha podido beneficiar de una mayor atención en vista de los numerosos monumentos que testimonian ritos funerarios asociados a la posición de las estrellas. Por tanto, esta profusión de documentos astrológicos, aunque devela ciertos aspectos complejos de la astronomía egipcia, no permite hacer conclusiones en toda su extensión, dado su rol estrictamente religioso, y existen lagunas sobre estos conocimientos.


La astronomía en el antiguo Egipto, no se diferencia mucho de las demás civilizaciones, en los albores de la humanidad: una mezcla de registros científicos enlazados con concepciones místicas.

Para los egipcios, el cielo estaba representado por Nut, una diosa con cuerpo de mujer que extendía sus extremidades para arropar todo el firmamento. Geb (la Tierra) servía de soporte, siendo los cuatro puntos cardinales, los puntos en donde se apoyaba Nut.

A través de Nut, Amón-Ra (el Sol), transitaba el Nilo celestial en su barca.


Con un desarrollo astronómico inferior al alcanzado en Babilonia, sorprende que construcciones realizadas en el año 3.700 aC, como el templo de Amón-Ra, en Karnak, tuviese una orientación que coincide con el Orto (salida) del Sol en el Solsticio de Verano. Se construyeron pirámides como la de Gizeh, alineada con la estrella polar, con la que les era posible determinar el inicio de las estaciones usando para ello la posición de la sombra de la pirámide. Estas orientaciones también se pueden observar en las grandes pirámides, hacia el 3.000 aC.



LA GRAN PIRÁMIDE COMO OBSERVATORIO ASTRONÓMICO

Según Proclo, la Gran Pirámide se utilizó como observatorio astronómico cuando el nivel alcanzó el techo superior de la gran galería, siendo entonces una amplia superficie elevada y cuadrada.

El pasadizo ascendente está construido con una inclinación idéntica a la del pasadizo descendente, que ya estudiamos antes.

Esto pudo haberse realizado por medio de un rayo de luz reflejado en una superficie líquida, según el esquema de la página siguiente.

La gran galería está orientada por este método al meridiano Sur. El pasadizo es también extremadamente recto, sólo hay un error de medio milímetro en su recorrido.


Así, un observador situado en el comienzo de la galería, suponiendo que ésta no tuviera techo, tendría materializado el meridiano del lugar, y podría así anotar los pasos de las distintas estrellas por el meridiano.

Si conocemos la latitud podemos determinar la declinación de la estrella, o altura sobre la eclíptica, y viceversa.

La gran galería tiene una forma especial que permite plasmar una graduación de la declinación de las estrellas.

Las piedras del techo de la galería no se apoyan unas en otras, sino que van independientemente y se pueden quitar para tener una visión más amplia del meridiano, e incluso puede quitarse sólo una piedra para centrar allí las observaciones.

Con clepsidras se pueden tomar tiempos de los pasos por el meridiano. Con siete observadores se puede observar en los siete niveles distintos de la galería.

En la superficie superior se pueden determinar acimutes. Antoniadi, al igual que Proctor, también cree que el pasadizo ascendente y el descendente se utilizaron como un telescopio, y afirma que en el año 3400 a.C. estaban orientados a las estrellas Alfa Centauro y Alfa Draconis respectivamente.

McNaughton dice, sin embargo, que el pasadizo ascendente estaba orientado hacia la estrella Sirio entre los años 5600 y 5100 a.C., pues culminaba entre 26º18’ y 28º18’.

De Careri visita Egipto en 1693 y afirma que existen numerosas pruebas que hacen pensar que los egipcios debieron de emplear la plataforma superior de la Gran Pirámide, antes de ser terminada, para llevar a cabo observaciones astronómicas.

Pocos meses más tarde, De Chazelles, miembro de la Academia Francesa de Ciencias, viaja a Egipto y afirma también que las pirámides fueron utilizadas como observatorios astronómicos, pues los egipcios, al construirlas, «tenían la idea de utilizarlas como gnomones o cuadrantes solares, para marcar, por medio de las sombras, la conversión del Sol en los solsticios».


También utilizaron las estrellas para guiar la navegación.


Los egipcios desarrollaron grandes instrumentos que utilizaban en la observación astronómica: el reloj de Sol, el reloj de agua (Clepsidra) y el Merkhet, una especie de astrolabio para determinar las posiciones de las estrellas en el cielo.


EL MERKHET

El instrumento astronómico egipcio característico era el merjet, que también suele escribirse como merkhet o incluso de otras formas, pues recordemos que en la escritura egipcia o árabe no se escriben las vocales.


Este instrumento es descrito de las siguientes formas, según los diversos autores: Consiste en una estrecha barra horizontal terminada en un pequeño bloque sobresaliente.

Tiene dos agujeros en un extremo del bloque para colgar una plomada. Significa literalmente «instrumento de conocimiento».

Lo podemos interpretar como un indicador de direcciones de estrellas (Edwards). Consiste en una varilla de palma con un corte en V en la parte superior, haciendo las veces de retículo de un moderno teodolito.

Está unido a una plomada llamada tj, que permite determinar la posición de elongación máxima de las estrellas.

(Zaba) De acuerdo con la reconstrucción esquemática «según la grafía jeroglífica», se asemeja a una pínula que consta de un pie para fijarlo en el suelo y de una plomada para poner el conjunto «en estación» –nivelarlo y orientarlo– (Pochan).

Como vemos, no hay acuerdo en cuanto a la forma de este instrumento, que se encuentra citado por el nombre en diversos textos antiguos.

Edwards afirma que en el Museo de Berlín hay un instrumento como el que él describe.

Álvarez López utilizó instrumentos de estas características, obteniendo una precisión muy baja debido a la imprecisión del centro de estación.

Edwards, al interpretar merjet como «indicador», postula tres tipos de merjet: 1) el primero sirve únicamente como indicador de direcciones; 2) otro que lleva además una plomada, para observación de elongaciones máximas de estrellas; 3) un tercero que tiene graduada la barra y permite medir la longitud de la sombra del bloque bajo la luz solar.


LOS RELOJES



En cuanto a los relojes, Zaba dice que se utilizaron tres tipos distintos: el reloj de agua, el reloj de sombras y el reloj astral o de medición de alturas de estrellas.

El reloj de sombras, basado en la longitud de la sombra proyectada por algún instrumento orientado al Sol es bien conocido.

El fundamento del reloj astral reside en los llamados decanes. Sin embargo nos centraremos ahora en el estudio de los relojes de agua o clepsidras, y en particular sobre la encontrada en Karnak.

El procedimiento es simple. La clepsidra consiste en un vaso con forma de cono truncado invertido que se llenaba de agua hasta el borde cuando se ponía el Sol, pues su uso era nocturno, cuando no se puede medir la sombra solar.


En el fondo tiene un pequeño agujero ingeniosamente calculado. En la pared interior de la clepsidra hay doce columnas con once seudo-agujeros más o menos espaciados, correspondientes a las doce horas de la noche, escalonados según los doce meses del año.

Cuando el agua llegaba al nivel de la primera marca del mes en cuestión, la segunda hora de la noche empezaba.

Creían que a alturas iguales de agua correspondían tiempos iguales. Con las dimensiones de esta clepsidra, el radio superior es el doble del inferior, el reloj se atrasa media hora en la primera mitad de la noche, y luego recupera el atraso.

Pero los egipcios no disponían de ningún medio métrico para descubrir esta imperfección.

Además el desagüe se hace irregular cuando el nivel es bajo. Su invención se remonta al comienzo de la XVIII dinastía (1680 a.C.).

La clepsidra encontrada en Edfú, que es mil años posterior, mide el tiempo con mayor precisión.


El recipiente es tan grande, que su nivel prácticamente no varía en el curso de la noche.

El agua es recogida en un recipiente cilíndrico, siendo por lo tanto la altura del agua proporcional al tiempo transcurrido.



Los egipcios ajustaron el paso del tiempo observando las estrellas. Además de poseer un conjunto de 43 constelaciones, organizaron el cielo en 36 decanos. Cada decano tenía una duración de 40 minutos, así que esa circunstancia les permitía corregir sus relojes. Los 18 decanos nocturnos multiplicados por los 40 minutos de duración arrojan las 12 horas modernas.

Los cinco planetas observables más el Sol y la Luna constituían los siete objetos celestes que regían cada uno de los día de la semana.


Calendario

Los egipcios observaron que las estrellas realizan un giro completo en poco más de 365 días. Además este ciclo de 365 días del Sol concuerda con el de las estaciones, y ya antes del 2500 a.C. los egipcios usaban un calendario basado en ese ciclo, por lo que cabe suponer que utilizaban la observación astronómica de manera sistemática desde el cuarto milenio.




El año civil egipcio tenía 12 meses de 30 días, más 5 días llamados epagómenos. La diferencia, pues, era de ¼ de día respecto al año solar. No utilizaban años bisiestos: 120 años después se adelantaba un mes, de tal forma que 1456 años después el año civil y el astronómico volvían a coincidir de nuevo.


El Nilo empezaba su crecida más o menos en el momento en que la estrella Sothis, nuestro Sirio, (el Sepedet de los egipcios), tras haber sido mucho tiempo invisible bajo el horizonte, podía verse de nuevo poco antes de salir el Sol.



El calendario egipcio tenía tres estaciones de cuatro meses cada una:


-Inundación o Akhet.
-Invierno o Peret, es decir, “salida” de las tierras fuera del agua.

-Verano o Shemú, es decir, “falta de agua”.


Nombre de los meses:



N

Nombre estación

Jeroglífico

Nombre egipcio

Nombre copto

Nombre griego

Nombre árabe

Fecha actual

I

Primero de Ajet







Dyehuty

Thot

Thot

Tut

29 de agosto -
27 Septiembre

II

Segundo de Ajet







Pa-en-Ipat

Paope

Paofi

Babah

28 de septiembre -
27 Octubre

III

Tercero de Ajet







Hut-Hor

Hator

Athyr

Hatur

28 de octubre -
27 Noviembre

IV

Cuarto de Ajet







Ka-Hor-Ka

Koiahk

Shiak

Kiyahk

28 de noviembre -
26 Diciembre

V

Primero de Peret









Ta-Aabet

Tobe

Tybi

Tubah

27 de diciembre -
25 Enero

VI

Segundo de Peret









Pa-en-Mejer

Meshir

Meshir

Amshir

26 de enero -
24 Febrero

VII

Tercero de Peret









Pa-en-Amon-Hetep

Paremhotep

Famenat

Baramhat

25 de febrero -
26 Marzo

VIII

Cuarto de Peret









Pa-en-Renenutet

Parmoude

Farmuti

Baramudah

27 de marzo -
25 Abril

IX

Primero de Shemu










Pa-en-Jonsu

Pashons

Pajon

Bashans

26 de abril -
25 Mayo

X

Segundo de Shemu










Pa-en-Enet

Paone

Payni

Ba’unah

26 de mayo -
24 Junio

XI

Tercero de Shemu










Apep

Epep

Epifi

Abib

25 de junio -
24 Julio

XII

Cuarto de Shemu










Mesut-Ra

Mesore

Mesore

Misra

25 de julio -
23 Agosto


La apertura del año egipcio ocurría el primer día del primer mes de la Inundación, aproximadamente cuando la estrella Sirio comenzaba de nuevo a observarse un poco antes de la salida del Sol.


De finales de la época egipcia (144 d.C.) son los llamados papiros de Carlsberg, donde se recoge un método para determinar las fases de la Luna, procedente de fuentes muy antiguas. En ellos se establece un ciclo de 309 lunaciones por cada 25 años egipcios, de tal forma que estos 9.125 días se disponen en grupos de meses lunares de 29 y 30 días. El conocimiento de este ciclo permite a los sacerdotes egipcios situar en el calendario civil las fiestas móviles lunares.




El legado de la astronomía egipcia llega hasta nuestros días bajo la forma del calendario. Herodoto, en sus Historias dice: "los egipcios fueron los primeros de todos los hombres que descubrieron el año, y decían que lo hallaron a partir de los astros".



La perspicaz observación del movimiento estelar y planetario permitió a los egipcios la elaboración de dos calendarios, uno lunar y otro civil. El calendario Juliano y, más tarde, el Gregoriano - el que usamos actualmente -, no son más que una modificación del calendario civil egipcio.
 
ASTRONOMÍA MESOPOTÁMICA
Los babilonios estudiaron los movimientos del Sol y de la Luna para perfeccionar su calendario. Solían designar como comienzo de cada mes el día siguiente a la luna nueva, cuando aparece el primer cuarto lunar. Al principio este día se determinaba mediante la observación, pero después los babilonios trataron de calcularlo anticipadamente.
Mul-Mul, las Pléyades, en caracteres cuneiformes tardíos

Las primeras actividades astronómicas que se conocen de los Babilonios datan del siglo VIII a.C. Se conoce que midieron con precisión el mes y la revolución de los planetas.

La observación más antigua de un eclipse solar procede también de los Babilonios y se remonta al 15 de junio del 763 a.C. Los babilonios calcularon la periodicidad de los eclipses, describiendo el ciclo de Saros, el cual aun hoy se utiliza. Construyeron un calendario lunar y dividieron el día en 24 horas. Finalmente nos legaron muchas de las descripciones y nombres de las constelaciones.
Planisferio Asirio del siglo VII a.C.

Hacia el 400 a.C. comprobaron que los movimientos aparentes del Sol y la Luna de Oeste a Este alrededor del zodíaco no tienen una velocidad constante. Parece que estos cuerpos se mueven con velocidad creciente durante la primera mitad de cada revolución hasta un máximo absoluto y entonces su velocidad disminuye hasta el mínimo originario. Los babilonios intentaron representar este ciclo aritméticamente dando por ejemplo a la Luna una velocidad fija para su movimiento durante la mitad de su ciclo y una velocidad fija diferente para la otra mitad.
Constelaciones representadas en un “kudurru” babilónico

Perfeccionaron además el método matemático representando la velocidad de la Luna como un factor que aumenta linealmente del mínimo al máximo durante la mitad de su revolución y entonces desciende al mínimo al final del ciclo. Con estos cálculos los astrónomos babilonios podían predecir la luna nueva y el día en que comenzaría el nuevo mes. Como consecuencia, conocían las posiciones de la Luna y del Sol todos los días del mes.


Nombre sumerio (acadio)

Traducción (sumeria)

Traducción acadia

Divinidad asociada


Constelación actual

1 Mul-Mul (zappu)

Las Estrellas

Crin, melena

Enlil

Pléyades

2 mul Gu4-an-na

El Toro Celeste (de An)

La quijada del toro

Adad / Ishkur

Tauro

3 mul Sipa-zi-an-na

El Verdadero Pastor Celeste (de An)


Papsukkal

Orión

4 mul Šu-gi

El Antepasado, el Viejo


Enmesharra

Perseo

5 mul Gam / mul Zubi

La Azada, el Bastón, el Báculo


Gamlum

parte de Auriga

6 mul Maš-tab-ba-gal-gal

Los Grandes Gemelos


Lugalgirra y Meslamtea

Géminis

7 mul Al-lul

El Cangrejo


Anu / An

Cáncer

8 mul Ur-Gu-la

El León


Latarak

Leo

9 mul Ab-sin2

El Surco de la Siembra

Espiga

Shala

Spica (Virgo)

10 mul Zi-ba-ni-tu4

La Balanza

La Balanza

Shamash / Utu

Libra

11 mul Gir2-tab

El Escorpión


Ishhara

Escorpio

12 mul Pa-bil-sag /

El “Flechador”, Arquero


Pabilsag

Sagitario

13 mul Suhur-mash

La Cabra-Pez


Ea / Enki

Capricornio

14 mul Gu-la

El Grande, el Gigante


Ea / Enki

Acuario

15 mul Sim-mah

(Las colas de) la Golondrina, la Gran Golondrina



ε, ζ y θ Pegasi,α Equulei y parte oeste de Piscis

16 mul A-nu-ni-tu4

La Dama del Cielo


Anunitu

parte de Piscis y el Pez oriental

17 mul Lu2-hun-ga

El Jornalero, Aparcero, Campesino


Dumuzi

Aries
Constelaciones sumerias

De forma parecida calculaban las posiciones planetarias, tanto en su movimiento hacia el Este como en su movimiento retrógrado. Los arqueólogos han desenterrado tablillas cuneiformes que muestran estos cálculos. Algunas de estas tablillas, que tienen su origen en las ciudades de Babilonia y Uruk, a las orillas del río Éufrates, llevan el nombre de Naburiannu (hacia 491 a.C.) o Kidinnu (hacia 379 a.C.), astrólogos que debieron ser los inventores de los sistemas de cálculo.
Cronología
4.000 aC: Conglomerados humanos provenientes del Asia Central se posicionaron en la zona y denominaron Sumer al valle encerrado por los ríos Tigris y Eufrates. Dos de las mayores ciudades sumerias fueron Ur y Babilonia.
3.500 aC: Evidencias de escritura realizadas en tablillas de arcilla o piedra. La práctica astronómica en Babilonia se inicia hacia el tercer milenio antes de Cristo (3.000 aC). Su máximo auge fue entre 600-500 aC.
3.000 aC: Evidencias de haber dado nombres a las constelaciones por donde se desplaza el Sol en el transcurso de un año. Estas constelaciones fueron identificadas con nombre de animales reales o imaginarios, por lo que se llamaron en conjunto el Zoodiaco. De manera similar, le asignaron nombre a las constelaciones constituidas por las estrellas más brillantes.
Grabado del periodo seléucida (siglo II a.C.) donde podemos ver, de izquierda a derecha,
las siete estrellas representando las Pléyades (la inscripción cuneiforme en medio se lee Mul-Mul), la Luna y el Toro Celeste, Gudanna.
1.700 aC: Adoptan el sistema sexagesimal y dividen el día en 24 horas iguales.
1.700 aC: Desarrollan un calendario tomando en cuenta el movimiento del Sol y las fases de la Luna. Este calendario se mantiene vigente hasta el 500 aC.
763 aC: Conocen la periodicidad de los eclipses de Sol. Hay evidencias de la observación del eclipse solar del 15 de junio.
721 aC: Astrólogos de la corte de Ninive predicen la ocurrencia de un eclipse de Luna (19 de marzo).
607 aC: La caída de Ninive, divide en dos a la astronomía sumeria. Las etapas anteriores, con una astronomía primitiva vinculada a aspectos mágicos, y posterior a ella, con el registro sistemático en tablillas del curso aparente de los astros.
Tablas Mul Apin Asirias
340 aC: Kidenas, uno de sus más notables astrónomos, realiza las primeras consideraciones observacionales y teóricas sobre la Precesión de los Equinoccios.
270 aC: Beroso introduce la astrología en los cánones babilónicos. A partir de esta fecha, la astrología estuvo ligada a la astronomía como una función de Estado.
Un notable descubrimiento fue la determinación de la duración media entre dos fases lunares consecutivas, en el siglo III aC: 29,530641 días según Naburt Annu y 29,530594 días según Kidinnu. El valor actual es 29,530589 días.
siglo II aC: Determinación del valor de la revolución sinódica de los planetas, la cual no se diferencia en 0,01 del valor actual
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2 comments:

  1. Gracias Maria A..Estoy entrando muy poco, estoy de viaje, pero algo subo a la pagina
    saludos

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