Pictured Rocks – Iowa
En lo que hoy es Pikes Peak State Park, las clásicas formaciones paleozoicas del centro de Estados Unidos forman acantilados y barrancos a lo largo del río Mississippi. A una milla al sur de McGregor, existe una veta de arenisca llamada Pictured Rocks. Es de sílice casi puro, pero pequeñas cantidades de óxido de hierro se han depositado entre los granos de arena, filtradas por un manantial subterráneo. Esta infiltración ha producido más de cuarenta delicados tonos de color en capas y retales que dan a la roca una hermosa apariencia enmarañada. En esta piedra arenisca es donde Andrew Clemens, el artista de arena de McGregor, obtuvo el material para las exquisitas miniaturas que diseñó en botellas de vidrio. Aquí encontró la mayor parte de gamas de color cromático, desde el rosa pálido hasta el profundo color rojo oscuro, así como verde, azul, terracota, marrón y los colores acromáticos desde el blanco al negro, pasando por todo tipo de grises intermedios.
Andrew Clemens

Andrew Clemens nació en 1857 en Iowa, Estados Unidos. A los cinco años contrajo la “fiebre del cerebro” o lo que hoy llamamos encefalitis, una enfermedad de la que era muy difícil sobrevivir, y que lo dejó completamente sordo y prácticamente mudo. Y bastante aislado. Pero a pesar de su discapacidad, que en aquellos tiempos le hubiera obligado a vivir de la caridad, fue educado para ser independiente. Así, desde los trece años y hasta su muerte, en 1894, Clemens se dedicó a acumular granos de arena, prácticamente uno a uno, en frascos, trazando dibujos únicos, precisos e intrincados. Es indescriptible la paciencia que debió tener este artista para poder conseguir obras tan llamativas.
Desarrolló una enorme habilidad para descomponer las imágenes que quería reproducir y las hacía grano a grano de manera similar a como hoy en día una imagen digital se descompone en píxeles. En ningún caso utilizo pegamentos confiando en la presión que ejercía la propia arena para mantener sus obras intactas. Su método consistía en utilizar un pedazo de papel grueso, donde molía la arena arrugándolo. Así quedaba lo suficientemente fina como para su uso. Sus herramientas eran una cuchara, un palo de punta afilada, un palo con una bola, un anzuelo y una pequeña paleta, todo hecho de madera de nogal. Con ellas ponía y guiaba los granos de arena al lugar adecuado del diseño concebido. Creó muchas de sus imágenes al revés. Al finalizar el trabajo cerraba y sellaba herméticamente el recipiente, y le daba la vuelta al derecho. El más complejo de sus diseños podría haber tardado hasta un año en completarse.




Clemens es reconocido como el inventor y, posiblemente, el único profesional de su forma de arte. Durante su vida, se piensa que produjo cientos de sus botellas de arena, pero pocas han sobrevivido hasta hoy, ya que se han perdido o destruido. Sus obras se han subastado en numerosas oportunidades y han llegado a los 45.000 dólares.
Información extraída del blog Quo – La ciencibilidad.
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