
Hoy día 30 de junio de 2014, me encuentro con esta noticia. Las cosas cambian, ya no hace falta que nos encierren. Nosotros mismos, con las redes sociales, les damos toda la información que desean para el fin que ellos quieran (control mental, comercial, experimental…) y si no, como dicen en la noticia, cambian el algoritmo del programa y listo, sin pedir permiso ni perdón. Desde mi humilde opinión, no todo vale “en nombre de la ciencia”, por mucho progreso que pueda traer, ya que en su nombre se han hecho experimentos crueles (y se siguen haciendo), como los que hizo el doctorVladimir Demikhov (para algunos el padre de los trasplantes), en los que trasplantó la parte de un perro pequeño en uno grande como se pueden ver en estas imágenes. Aviso que pueden ser fuertes para gente sensible…

Si esto os había parecido poco, os hablaré muy ligeramente de otro experimento en Rusia, el “experimento del sueño” allá por los años 40 del siglo XX… Es curioso cómo para esos experimentos, tanto americanos como soviéticos, se llevaran tan amistosamente y se ayudaran, dándose información y quien sabe qué más… Este experimento en cuestión, fue llevado a cabo con presos políticos, con lo que os podéis imaginar el tacto que tuvieron los rusos con ellos.
Trataba de ver qué pasaba si mantenían a cinco personas despiertas durante 15 días, usando un gas cuidadosamente para que hiciera efecto pero que no
los matase. Digo VER, porque en aquella época no existían los circuitos cerrados y esosdiablos de bata blanca llamados científicos miraban a través de ventanas de 5”. Para que os hagáis una idea, el grosor sería el largo de un Smartphone de última generación y también instalaron algunos micrófonos. Los presos tenían comida para un mes, libros y mantas para taparse (pero no camas), agua corriente (a saber si también adulterada), y baño (en aquella época hasta los Alcántara lo pasarían mal).

No comments:
Post a Comment