¿Te traicionaron? Solución: Resiliencia

                                 

 

¿Algo o alguien te falló? ¿Te traicionaron? ¿Sabes cómo dejar atrás el miedo, sabes cómo curar la herida? ¿Sabes cómo crecer a partir de eso y volver a empezar?
Vamos a hablarte ahora de las RESILIENCIAS. Es posible que no conozcas este término que hace referencia a tus cualidades internas y a tu poder de resistencia ante la adversidad.
La auto-resiliencia es tu potencial.  La reserva innata de salvavidas con la que viajas por los días. Ahora vamos a darte un recetario práctico en tu tiempo de crisis… o, mejor dicho, en tu momento de gran oportunidad. Porque sólo ante algo que surge inesperado, por muy complicado que sea, sólo ante eso aparece el volumen inmenso de tu verdadero yo.





La doctora Lourdes Moreno-Martínez, psicóloga especializada en ‘Resiliencias / Reprogramación total del Yo’ te invita a hacer de tu problema tu aliado.
¿Aceptas el reto? Pues allá vamos
 
“¿RESILIENCIAS? Es sacar esas herramientas que tiene el ser humano para trabajar con las adversidades. Su potencial interior que sólo aparece ante eso, ante una adversidad y, sobre todo, ante algo inesperado. No es hereditario: es algo que todo el mundo tiene: es la capacidad de SUPERACIÓN“. Lourdes Moreno-Martínez, nacida en Puerto Rico, trabaja a medio camino entre América y España ofreciendo soluciones a lo que comúnmente llamamos ‘crisis’.
Vamos con ese caso práctico: algo te falló. Alguien te falló. Te traicionaron desde un trabajo, un objetivo de vida. Una persona te traicionó. ¿Qué haces? Analicemos la situación paso a paso.



 

1. REPLANTEAR LA PREGUNTA

“Las personas formulan una pregunta inicial siempre: ¿POR QUÉ me ha pasado esto? Y ahí llegan con depresión a mi consulta. Se quedan en la emoción del problema y no encuentran la salida. Lo primero que debemos hacer es reformular la cuestión”
El interrogante vital correcto es (tal vez ya lo has adivinado) éste: “¿PARA QUÉ me ha pasado esto?” Y, a partir de ahí, dos añadidos: “¿A qué me ayuda? ¿Qué voy a hacer para resolverlo?”
“Cuando la gente se deprime, adopta una postura muy cómoda: la de llorar y no hacer nada. Se enfoca únicamente en el problema y no ve más allá”.
Toca, por tanto, ir ‘más allá’. Seguimos. Punto 2
 

2. QUITARLE EMOCIÓN AL PROBLEMA

Algo o alguien nos ha hecho daño. Sentimos (emocionalmente) un dolor, una pena. Si nos quedamos ahí sólo puede sucedernos una cosa: enfangarnos.
“El planteamiento sería el siguiente -apunta Lourdes Moreno-Martínez-: imagínate en una silla. Estás sentado. Ves las cosas desde la silla. Levántate y sal de ella. Distánciate, considera que no es a ti a quién esto le está ocurriendo, que le ocurre a otro”.
Sólo desde ahí puedes caminar hacia el siguiente escalón en ese sacar todo tu potencial interno.



 

3. CURAR LA HERIDA

Cuando te lastimas una parte del cuerpo, esa parte del cuerpo adquiere una sensibilidad especial. Piensa en un corte en una mano, un hueso que se te ha roto. Imagina la sensibilidad que adquiere ahí tu cuerpo. Si te caíste en determinado lugar o haciendo determinada cosa, tendrás resistencia a volver ahí o a volver a hacer eso que hiciste. La HERIDA aún está sin cicatrizar. ¿Te suena, verdad?
Lo mismo sucede en una ‘herida’ interna, con un daño que te han inflingido. No quieres volver a pasar por ahí. “Pones un muro, una barrera. Es un mecanismo de defensa”, asegura Lourdes.
¿Qué sucede con ese muro? Que daña. Daña lo que tienes y daña lo que puedes llegar a tener. Te daña a ti. “No se trata de olvidar: se trata de APRENDER”.





Si tiramos el muro defensivo desde el aprendizaje abriremos la puerta a lo que puede entrar en nuestra vida. Sí, la pregunta que llega a continuación está clara: ¿pero qué hago con mis miedos, qué hago con mi proyección negativa? Vamos al cuarto punto:
 

4. ACABAR CON LOS MIEDOS Y LA PROYECCIÓN NEGATIVA

Te ha pasado una vez. Crees que la traición se repetirá. Lo que crees lo creas. Así que, en primer lugar, deja de creerlo. Deja de proyectarlo.
“Somos lo que pensamos. Realmente, eso es lo que vamos a atraer. Si quieres que tu situación cambie, debes cambiar tu pensamiento. La visualización ayuda: visualiza que todo en tu vida va bien”. Éste es el ‘leimotiv’ de grandes ‘ayudadores’ como la norteamericana Louise L. Hay: VISUALIZA QUE EN TU VIDA TODO ESTÁ BIEN.
¿Y los miedos? “Son una creación de tu mente. De una fobia a una lagartija, por ejemplo, podemos crear un monstruo. En los miedos, importa el significado que les damos”. ¿La recomendación de la RESILIENCIA? “Desvincúlate de esa parte negativa y conviértela en tu fortaleza. ¿A esto le tengo miedo? Pues con esto voy a trabajar”.
Nos queda un último punto: darle completamente la vuelta al problema, en este caso a la traición.
Verás:



 

5. CONVERTIR EL PROBLEMA EN AYUDA: ¡ACCIÓN!

“Transforma lo negativo en algo positivo. Utiliza lo que te ha sucedido para ayudar a otros. No te quejes, porque todo es una cuestión de ACTITUD”.
La clave SIEMPRE es ¡ACCIÓN! “Si no hago no salgo del problema. Si no hago, no pasa nada”.
Haz. Camina. Avanza. Aporta. Convierte la traición en aprendizaje.  Convierte el aprendizaje en acción. Convierte la acción en ayuda.
¿Te traicionaron, te fallaron? Sí, como a much@s.
Ahora ya sabes qué tienes que HACER. Ahora ya sabes cómo apoyar a los que están en la misma situación que tú ESTUVISTE. Sí: porque tu dolor ya es pasado. Ganaste. Acabó.
“Sólo aprendes lo que enseñas” (Un Curso de Milagros). Enseña a ser libre. Sólo así te liberarás del miedo que creaste y que no existe.
Que tus RESILIENCIAS tan fuertes como siempre te acompañen.
Buen viaje hacia el mejor de tus éxitos.
Autor:

Lourdes Moreno-Martinez