Monday, March 10, 2014

Corazon a la Razon - Razón al corazón



Todo comenzó aquel día. El día en el que los humanos perdimos el amor a nuestra tierra y la ofrecimos en sacrificio. 
Y no importa cuál sea su destino, nuestro egoísmo es más fuerte y las ganas de tener todas las riquezas posibles se apoderaron más de nosotros. Ignoramos la verdad y nuestra tierra está muriendo. 

¿Por qué destruimos una parte de nosotros? 





Es la naturaleza humana, la de equivocarse constantemente, y el volver a reincidir en lo mismo. 

Seguimos alimentando cada día nuestra destrucción. Cada acción por más inconsciente que sea es letal para nuestra tierra y lo mismo es la acción consciente. 

Nuestra madre tierra enferma más a cada día, hora, minuto, segundo. 

La bacteria causante es el animal más evolucionado. EL HOMBRE (Incluidas las mujeres ) , la mente volátil y destructora evoluciona para uno mismo y el egoísmo egocéntrico se expande más y más por el cuerpo, Y mi madre tierra a punto de estallar en llamas por su alta temperatura sigue muriendo. 

El calentamiento global. Todas hablan de ello, de que se debe hacer para intentar pararlo. 
Luchar para contrarrestarlo es difícil y no hay alternativa. No podremos curarla. 





Nunca podremos volverla atrás, solo en nuestra imaginación lograremos recrear tal escena, encantadora como solo ella lo fue. 
Una escena “Hippie”, flores, hierba verde, animales por allá y por acá. 
Una escena donde la naturaleza dominaba e imponía sus reglas, una escena donde los materiales radioactivos aun eran parte ella y el hombre aun no los profanaba. Una escena donde los automóviles no invadían la tierra como cucarachas contaminando cada partícula de tierra con residuos de petróleo. 
Sin una mente maquiavélica tan avanzada como para corromper una hermosa tierra. 

Fíjense en esto: 
Aunque en ese tiempo las criaturas más feroces y avasalladoras existían, JAMAS hicieron algo para dañarla. Jamás hubiesen hecho caer un árbol para venderlo a cualquier otro animal. Suena absurdo lo sé se pero es la verdad. 

¡Reflexionemos! 



Nos hacemos llamar animales con razonamiento y nos comportamos peor que salvajes. Mientras pensamos en mejorar nuestra situación, lejos de aquí, muy a lo lejos un nuevo glaciar está cayendo, derritiéndose; mas animales están extinguiéndose porque no se adaptan al nuevo cambio de clima. El agua se pierde para siempre, desaparece entre nubes huyendo de tanto calor. La tierra se niega a brindar sus productos porque ya no tiene nutrientes para hacerlo; podría seguir enumerando y cansarlos hasta que no tengan ganas de seguir leyendo, pero eso no es lo que quiero. 

Si por obtener dinero, vendemos a nuestra tierra y la exponemos a enfermarse más, ¿De dónde obtendremos algún día un beneficio? 
De ningún lugar- es lo que has pensado – ya no habrá nada, ni agua limpia de donde beber aunque habrán inescrupulosos que supuestamente la purificaran en grandes corporaciones. Desaparecerá todo. 





Solo el mito y la leyenda de que alguna vez existió quedara plasmado en libros que solo curiosos se atreverán a leer. Entonces nos daremos cuenta de lo que hicimos, como siempre nos arrepentiremos, lloraremos, entraremos en desesperación y nos culparemos unos a otros por el desastre hecho. PERO SERÁ TARDE. 
Ni El dinero nos devolverá lo perdido. 





Por eso no participemos en la destrucción de nuestra tierra, entiendan que aquí vivimos y aquí vivirán nuestros hijos. A quien no le gustaría que su hijo conozca la nieve blanca, allá en el polo norte, la colorida primavera, que conozcan un tigre o un león, que observen las estrellas cada noche y no lean en libros o en la red sobre ello como si fuera una leyenda. 




Todos somos responsables de lo que ocurre, hay que parar ya el calentamiento global, debemos comenzar por algo simple no arrojar basura, y no apoyar la tala de árboles que ellos son de vital importancia. 

La decisión es de cada uno, hay elección, siempre la hubo. 
NO TE EQUIVOQUES MAS.





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