Sayonara ("Adiós", en japonés), es el título de la primera película coprotagonizada por una actriz androide. El filme relata la relación entre Leona, una robot humanoide, y Tania, una mujer que ha caído gravemente enferma tras quedar afectada, por las radiaciones emanadas de un accidente nuclear.
La androide no es una primeriza en el mundo de la interpretación, ya que el filme es una adaptación de una obra de teatro donde ya tenía el mismo papel. En realidad, lo que se ha hecho es trasladar esa en su momento revolucionaria obra de teatro por actuar una robot, a la gran pantalla.
El androide es un modelo "Geminoid-F" desarrollado por Hiroshi Ishiguro, quien desde 2005 está diseñando y construyendo generaciones de autómatas de aspecto humano, cada vez más realistas y que son capaces de interactuar con personas.
Desde que la película se estrenó a finales de 2015, la peculiar actriz ha sido la nueva sensación de los cines en Japón (aunque aquí, apenas nos hayamos enterado de nada).
Japón siempre se ha caracterizado por ir a la vanguardia tecnológica, y este fenómeno es un buen ejemplo de ello.
Más allá de la historia, lo verdaderamente sorprendente es que el androide, es capaz de hablar y de reproducir expresiones humanas en su rostro, y su esqueleto metálico articulado y cubierto de silicona, da la impresión de estar viendo a un humano. Aunque no puede andar, por lo que en la película aparece siempre sentada o sobre una silla de ruedas.
A parte de esta aplicación tan lúdica de la robot, en su momento se pretendía que este modelo fuese usado en los hospitalespara dar compañía, supervisar constantes vitales, controlar la medicación, etc.
Supongo que será cuestión de tiempo que eso suceda... Y mientras tanto, nos iremos acostumbrando paulatinamente a los androides... hasta que formen parte esencial de nuestras vidas.
Desde que la película se estrenó a finales de 2015, la peculiar actriz ha sido la nueva sensación de los cines en Japón (aunque aquí, apenas nos hayamos enterado de nada).
Japón siempre se ha caracterizado por ir a la vanguardia tecnológica, y este fenómeno es un buen ejemplo de ello.
Más allá de la historia, lo verdaderamente sorprendente es que el androide, es capaz de hablar y de reproducir expresiones humanas en su rostro, y su esqueleto metálico articulado y cubierto de silicona, da la impresión de estar viendo a un humano. Aunque no puede andar, por lo que en la película aparece siempre sentada o sobre una silla de ruedas.
A parte de esta aplicación tan lúdica de la robot, en su momento se pretendía que este modelo fuese usado en los hospitalespara dar compañía, supervisar constantes vitales, controlar la medicación, etc.
Supongo que será cuestión de tiempo que eso suceda... Y mientras tanto, nos iremos acostumbrando paulatinamente a los androides... hasta que formen parte esencial de nuestras vidas.
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