El teniente coronel Stanislav Petrov es un heroe mundial que probablemente salvó millones de vidas. Pero casi nadie le conoce. No hizo una lista como Oscar Schindler, pero su determinación en una noche muy tensa, evitó una guerra nuclear entre la URSS y EEUU.
En 2008 se estreno una película de su historia que quizá logre sacarle del anonimato y la pobreza en la que vive y colocarle -igual que sucedió con Schindler- en el lugar que se merece.
En 2008 se estreno una película de su historia que quizá logre sacarle del anonimato y la pobreza en la que vive y colocarle -igual que sucedió con Schindler- en el lugar que se merece.
El propio Petrov ha contado en varias ocasiones como transcurrió el incidente del 25 de septiembre de 1983. La Guerra Fria estaba en su máximo apogeo y la tensión entre EEUU y la URSS era si cabe aun más grande, tras el derribo de un avión civil por parte de cazas soviéticos. En ese contexto, Stanislav Petrov, teniente coronel de la Fuerza de misiles estratégico del Ejerctio ruso, se encontraba al mando del bunker Serpukhov-15 en Moscu, desde donde se monitorizaban los cielos soviéticos.
El protocolo indicaba que sí se registraba una amenaza en forma de misil nuclear hacia posiciones de la URSS, el oficial al mando debía inmediatamente ordenar un primer contraataque contra suelo americano e informar a las autoridades. Y de pronto esa noche, la pesadilla se hizo realidad. El ordenador captó lo que identificó como un misil militar lanzado desde EEUU con dirección a Moscú. Petrov estaba sustituyendo a un compañero esa noche, pero tuvo que hacer frente al incidente.
El protocolo soviético indicaba que los militares debía responder a un ataque nuclear con otro.
El protocolo soviético indicaba que los militares debía responder a un ataque nuclear con otro.
A pesar de la alarma que se apoderó del bunker, su primera reacción fue de escepticismo. Si Estados Unidos decidía lanzar un ataque, era poco probable que lo hiciera con un solo misil y dando la oportunidad al enemigo de responder. Podía ser un error informático, -el radar ya había fallado antes- asi que ordenó suspender la alarma que hubiera lanzado el contraataque y esperar. Pero minutos después, el ordenador informó de un segundo misil, luego de un tercero, un cuarto y un quinto.
Petrov seguía teniendo dudas, pero la presión para que respondiera alcanzó límites extremos. Podía elegir entre seguir su instinto que le indicaba que se trataba de un error, asumiendo que si se equivocaba podían morir miles de rusos en su propio país, o lanzar la respuesta nuclear hacia suelo americano que ordenaba el protocolo estratégico. Optó por lo primero… y cuando pasaron los minutos y fue evidente que había tenido razón, se dieron cuenta de que posiblemente habían evitado la tercera guerra mundial y un posible holocausto nuclear.
Luego la investigación reveló que el error se debió a un rarísimo alineamiento de rayos solares y nubes que los ordenadores interpretaron como un misil. Petrov era un heroe que había salvado al mundo… pero para sus superiores militares había desobedecido el protocolo de seguridad poniendo en riesgo a sus compatriotas. Además había dejado en mal lugar al sistema. Asi que le jubilaron anticipadamente dejándolo con una pensión de 200 dólares al mes. Y lo que es peor, mantuvieron el incidente en secreto hasta 1998.
Años después cuando por fin se conoció la historia, Stanislav Petrov recibió reconocimientos y homenajes incluso de la ONU. Aunque algunos documentos rusos aseguran que nunca un solo hombre podía haber lanzado los misiles, la mayoría de expertos en la Guerra Fría considera que el incidente de septiembre de 1983, por el contexto del momento, el paroxismo existente y los detalles de la situación, fue el instante en el que el mundo estuvo más cerca que nunca de la guerra nuclear.
Petrov en cambio no se considera un heroe y sigue viviendo de forma más que modesta en Rusia. Ya se han hecho algunos documentales sobre él y ha sido entrevistado en varios medios, pero la película-documental
podría ser la que lo convierta en un heroe no tan anónimo. Se llamará “El hombre que salvó al mundo” y contará, además de con el testimonio del propio teniente coronel, con la participación de Walter Cronkite, Robert De Niro, Matt Damon o Kevin Costner.
(fuente: guerra eterna)
podría ser la que lo convierta en un heroe no tan anónimo. Se llamará “El hombre que salvó al mundo” y contará, además de con el testimonio del propio teniente coronel, con la participación de Walter Cronkite, Robert De Niro, Matt Damon o Kevin Costner.
(fuente: guerra eterna)
Este blog está interesantísimo
ReplyDeleteDisfruto de leer los contenidos
A mí me parece que si es un héroe
Puedo destacar la acción con que no fue condecorado y eso de que las nubes y los rayos solares crearon la confusión en los radares son puras mentiras todo estaba ya planeado para que esos radares funcionen mal
Y culpar a Stanislav Petrov de ocasionar la tercera guerra mundial todo estaba milimétrica me planeado nada podía salir mal.exepto por la intuición que tuvo Stanislav Petrov no habían calculado eso
Quien lo imaginaria !! jaja
La mano de Dios estuvo en todo momento ahí y el fue quien intervino
Desde un comienzo
Cabe destacar mi fe en Cristo y en Dios padre junto a su espíritu santo
Bendiciones y aplaudo su trabajo